domingo, 22 de julio de 2012

Sobre el cambio


Todo el tiempo cerca del cielo, así estamos, así marchamos todo el tiempo... de alguna manera muy extraña han logrado que las puertas se multiplicaran por doquier, y que además se muevan con todos y cada uno... vivimos con las puertas del cielo a nuestro costado... solo es necesario torcer el andar y entrar de lleno en ellas... pero como todo cambio... trae peligros y miedos. De alguna u otra manera es como la muerte, es llegar a un cambio tan abrupto que da miedo y no se sabe bien que pasa, que es lo que hay del otro lado. Muchas veces he escuchado que antes de la muerte todo es placer, esos micro segundos, instantes que no se podrían cuantificar jamás, se vuelven en la espesura del vientre materno y es como nacer otra vez... en definitiva es un cambio, es otro cambio mas... solo un cambio... La libertad quizás funcione de la misma manera ( quizás podríamos armar una linea en la vida de un hombre: Nacimiento, Niñez, Pubertad, Adolescencia, Adultes, Muerte... y aveces podríamos poner Libertad... bailando por ahí entre los últimos dos cambios) entendemos que hay una libertad, pero no la queremos tomar, no nos animamos, porque sabemos que es un suicidio... es terminar con todo lo predicho y volver a nacer, desnudos (eso nos da miedo, nos da miedo estar desnudos, desprotegidos del vientre, sin ropa, mostrando el sexo, eso nos da miedo, nos llena de miedo) llorando, buscando un pezón para amamantar, y dormir... nos da miedo el placer absoluto de volver a ser niños, ya lo decían en el Principito "nosotros los adultos tenemos cosas serias, tengo que hacer cuentas, no tengo tiempo para tonterías" o algo así le acotaba el adulto de uno de los planetas a nuestro simpático héroe utópico que luego se dejaría morder por la serpiente (hermosa metáfora del despojo), arremetiendose de lleno al cambio y despegando del suelo, volviendo a nacer...todo lo que resta es la felicidad, el saberse libre al fin, el vagabundear por todos los planos, ser un bailarín en una clepsidra, nadar en ella y no llorar porque se escurre.